miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una guía para seguir las elecciones americanas de medio mandato

En el blog de Jordi Pérez Colomé he encontrado una gran guía para entender lo que está en juego en estas elecciones estadounidenses en medio del mandato Obama, donde está en riesgo la mayoría en el Congreso y el Senado para los demócratas:

Qué se vota

Todo. El senado, el congreso y los gobernadores son lo más importante. Pero también se votan 6.125 escaños de congresos y senados estatales (88 cámaras enteras de las 99 que hay; todos los estados tienen dos menos Nebraska). Por debajo se votan montones de cargos: jueces, sherifs, fiscales (varía según el estado y distrito).
Además de elegir representantes, algunos estados hacen referéndums. Los más famosos son los de California. Este año hay uno con interés internacional: la proposición 19. Si pasa, California legalizará la marihuana.


El senado tiene más peso

De los 100 escaños del senado, este año hay elecciones para 37. Los senadores se eligen para seis años. Ahora hay 59 demócratas y 41 republicanos. Para lograr la mayoría los republicanos necesitan ganar diez escaños demócratas.

De los 37 en liza, ya hay 20 republicanos que lo tienen casi ganado. Llevan una ventaja enorme en las encuestas. También hay ocho demócratas que lo tienen a tocar. De los 20 republicanos casi ganadores, hay tres que le birlan el puesto a un senador demócrata (Dakota del Norte, Arkansas e Indiana).

Así que en realidad sólo hay nueve elecciones interesantes. Ahí se decide todo, ahí está el dinero y la atención. Los republicanos deberían ganar siete para llegar a la mayoría. Son estas:

1. Wisconsin. Russ Feingold es una de los grandes figuras de la izquierda en el senado. Lleva 18 años allí, aspira a su cuarto mandato. Es de los pocos que ha defendido la reforma sanitaria en su campaña. En un año normal, sería una elección segura. Pero esto año no lo es. Su rival, Ron Johnson, es un millonario que se ha despertado de repente con ganas de participar en política; cree que su país va mal y quiere intervenir. Por ahora le va bien; Johnson lleva ventaja.

2. Pensilvania. En 2008, el republicano Arlen Specter cambió de partido. Se hizo demócrata porque estaba seguro que en las primarias del partido republicano en Pensilvania del 2010 iba a perder. En cambio, perdió las del partido demócrata. Un veterano de la marina, Joe Sestak, impidió a Specter poder renovar su cargo. Sestak se enfrenta a uno de los escogidos por el Tea Party, Pat Toomey. Ayer Sestak subió de repente siete puntos en algunas encuestas. Es un salto anormal. Toomey lo tiene aún más cerca.

3. Colorado. El demócrata Michael Bennett llegó al senado en 2009 para sustituir a Ken Salazar, que se iba de secretario de Interior con Obama. En las primarias, Bennett ganó por los pelos. Ahora lo tiene más difícil contra otra estrella del Tea Party, Ken Buck, que en las primarias republicanas derrotó a la favorita del partido, la vicegobernadora, Jane Norton. Buck lleva cierta ventaja.

4. Nevada. Esta es una de las elecciones más rara y apasionante. El demócrata es Harry Reid, el líder de la mayoría en el senado. Tiene mucho poder en la cámara, pero es bastante soso y mal candidato. Su rival es una héroe del Tea Party, Sharron Angle, que sale de la mano de su marido en sus anuncios. Una de las últimas bromas de Angle ha sido decir en una clase de latinos: “Muchos de vosotros parecéis asiáticos”. Reid quiere pintarla como radical porque quiere eliminar, dice, partes de la seguridad social y la reforma sanitaria. Angle dice que Reid está lejos de los problemas de los ciudadanos de Nevada porque vive en el Ritz Carlton de Washington:


5. Illinois. Este es el escaño que ocupó Barack Obama entre 2004 y 2008 (no llegó ni a un mandato; el senado le parecía aburrido). Estos dos años hubo un senador interino. Se presentan por tanto dos “novatos”: el ex congresista republicano Mark Kirk y el joven tesorero del estado, Alexi Giannoulias. Kirk ha mentido sobre su pasado en el ejército. Giannoulias trabajó en un banco familiar, el Broadway Bank, que hizo préstamos dudosos en los años del boom. Están empatados.

6. Virginia Occidental. Otro escaño abierto. Este es el de Robert Byrd, el senador que más tiempo ha servido en el senado, desde 1959 hasta 2010, cuando murió a los 92 años. Su puesto se lo disputan el gobernador demócrata Joe Manchin y el republicano y empresario John Raese. El gobernador es muy popular en el estado, pero los republicanos lo pintan como “otro voto en el senado para Obama”. Este estado además está lleno de trabajadores blancos, una clase social a la que Obama no acaba de coger el tranquillo. Manchin debería ganar sin problemas en un año normal, pero esta vez lo tiene cuesta arriba.

7. Kentucky. Junto a Nevada, la otra gran carrera divertida del año. El republicano Rand Paul es hijo del libertario Ron Paul y es un favorito del Tea Party. El demócrata Jack Conway intenta ridiculizarle y por ahora ha recuperado un poco la desventaja. Quizá la mejor tontería de la campaña es que Paul, en la universidad, ató a una chica y la hizo arrodillarse y adorar a Aqua Buddha. Conway, cómo no, ha hecho un anuncio, muy criticado:


8. California. Las dos últimas son las que tienen mejores expectativas para los demócratas. En California, la senadora vigente Barbara Boxer lleva una ventaja constante ante la aspirante Carly Fiorina, ex presidenta ejecutiva de Hewlett Packard.

9. Washington. Otro estado sólidamente demócrata en las presidenciales que este año también está difícil para la senadora Patty Murray, que aspira a su cuarto mandato. El aspirante es Dino Rossi, un republicano moderado que entró bien al principio. En estos últimos días sus opciones se han reducido.

El senado está por tanto complicado para los republicanos. Si pierden California y Washington -que es un estado al norte de California, no la capital-, deberían ganar los otros siete. Pero aunque no lleguen, la mayoría demócrata quedaría reducida casi a nada. En un senado de 52 o 53 demócratas (con dos independientes), los republicanos tendrían más opciones de hacerse oír. Cualquier cosa que sea mantener a al menos a 55 senadores demócratas, sería un éxito para el partido de Obama.


El congreso es más variable

El congreso es igual que el senado pero con dos diferencias: se renueva entero cada dos años y tiene 435 miembros. Las elecciones por tanto no son estatales sino por distritos, más pequeños. De los 435 miembros, mas de trescientos tienen su puesto asegurado. El reto lo tienen cada dos años en las primarias, con rivales de su propio partido, porque en la elección general la mayoría de distritos son monocolor. Sin embargo, este año hay muchos más escaños en juego de lo que es habitual: unos cien, y como en el senado, la mayoría ahora en manos de demócratas.

Los demócratas tienen una mayoría de 39 escaños. Son bastantes, pero los republicanos casi seguro que los recuperan. Si los demócratas mantuvieran la mayoría -es decir, si los republicanos les roban menos de 39 plazas-, sería un éxito. Si en cambio los republicanos consiguen más de cincuenta nuevos escaños, sería una oleada.

Para el Congreso los temas suelen ser mucho más locales. Por tanto es más difícil seguir elecciones concretas. Sin embargo, aquí hay una buena lista de doce. De todas esas, yo la semana que viene iré a ver la del segundo distrito de Alabama. Lo contaré aquí.


Los gobernadores serán presidentes

Son los, digamos, presidentes autonómicos. Su rol es mucho más importante que el de los congresistas -y que el de los senadores-, pero en la política federal tienen menos peso. Son una magnífica cantera de presidentes: Carter, Reagan, Clinton y Bush hijo fueron gobernadores. Es muy probable que el rival de Obama en 2012 sea un ex gobernador: Romney, Palin, Huckabee, Pawlenty, Barbour.

Este año hay elecciones interesantes. No voy a dar tantos detalles como para los senadores -quizá en otro post.

En California Schwarzenegger se va -y no podrá ser presidente porque nació en Austria- y parece que se lo llevará el demócrata Jerry Brown ante la ex jefa de eBay Meg Whitman. Brown ya fue gobernador, es un político veterano sin aspiraciones nacionales. Si se confirma será uno de los pocos cambios de partido en favor de los demócratas.

En Texas, el republicano Rick Perry parece tener al alcance su tercer mandato ante el ex alcalde de Houston, Bill White. El nuevo gobernador de Nueva York será Andrew Cuomo. Es hijo de Mario Cuomo, que fue gobernador de Nueva York en los 80 (aprovecho la casualidad para dejar aquí el espléndido discurso de Mario Cuomo en la convención demócrata de 1984: “La historia de las dos ciudades”; es un regalo para quien tenga tiempo, tiene un deje parecido al de Martin Luther King).


Serán interesantes también dos de las luchas más emocionantes: en Florida, con el puesto abierto porque el gobernador Crist se presenta a senador (perderá), y en Ohio, donde el gobernador demócrata Strickland aún tiene opciones de conservar el cargo ante Kasich. En Carolina del Sur otra mujer emergente interesante: Nikki Haley, una india americana -sus padres son sij-, lanzada a la fama por el apoyo de Sarah Palin.

Así ya se pueden seguir un poco mejor las elecciones más interesantes del mundo.

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