Este es un fan art que he hecho yo sobre la nueva expansión del WOW (World of Warcraft). Como una de las principales novedades está que La Alianza va a tener como aliada una nueva raza: los Ferocanis. Esta novedad rompe con todo ya que se pierde la estética "humana" y se incluye una raza fiera y bestial, pero me parece una buena elección. Bueno, espero que os parezca aceptable.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Street Marketing: Alzheimer
El Street Marketing es una manera de desarrollar publicidad no convencional que a mi personalmente me apasiona. Entiendo las pegas que la caracterizan, principalmente arraigadas en la escasa audiencia que puede recibir el impacto (en general). Pero argumentando mi postura más comercial ante esto planteo dos cosas: la primera es que muchas veces una campaña de publicidad no convencional, y sobre todo en este caso el Street Marketing más original, consigue una mayor penetración en el público debido a que pasan a formar parte de la acción comunicativa y se sienten involucrados de manera especial. Quizás si hubieran visionado solamente un anuncio sobre el mismo producto/servicio/institución/o recomendación, la mayoría de ellos habrían ignorado el impacto y no hubieran actuado, pero de otra manera puede conseguirse una comunicación y una reacción más eficaz y, además, sin grandes costes.
Mi segunda matización está relacionada con la creencia de que el número de impactos es tremendamente menor. Sin negar que en un principio es así, gracias al uso y desarrollo de las nuevas tecnologías podríamos convertir un breve y practicamente ignorado acto comunicativo en todo un fenómeno social y multiplicar a límites insospechados nuestros impactos sin haber tenido que sumarle un solo duro.
Este video de Street Marketing es una buenísima campaña de una ONG de ayuda a afectados por el Alzheimer, que prácticamente con un presupuesto nulo, ha conseguido no solo llamar la atención de los pocos viandantes que han recibido el mensaje (quienes seguramente amplíen los impactos contando su experiencia a modo de anécdota a seres cercanos), sino que también ha conseguido presencia en varios blogs, redes sociales o soportes como YouTube donde ha sido visionado por 518.000 personas.
jueves, 17 de septiembre de 2009
The Big Bang Theory
Hoy os quiero presentar una serie que me tiene enganchado, que me parece tremendamente divertida y que incluso es educativa. Tal vez se trate de una serie un tanto freak y pedante pero... jeje, eso es lo que me gusta.
The Big Bang Theory versa sobre la vida de dos físicos teóricos bastante freaks y cerebritos, tal vez la mejor palabra sería Nerds (un término americano que designa un estereotipo de persona que realiza con pasión actividades intelectuales, que posee conocimientos variados o que disfruta con unas aficiones que socialmente no son asociadas a su edad, en lugar de participar en actividades populares y sociales).
Estos dos nerds, Leonard y Sheldon, viven juntos en un apartamento, imbuidos en su mundo de átomos y neutrones hasta que se muda a la puerte de enfrente una nueva vecina llamada Penny. Desde luego esta guapa chica de Omaha, que ambiciona ser actriz y solo trabaja de camarera, no se caracteriza por poseer un cráneo privilegiado, pero comprende mucho mejor los prototipos sociales.
A estos personajes se les suman los amigos de Leonard y Sheldon, que trabajan con ellos en la Universidad. Uno es Howard Wolowitz, un ingeniero judío, un frustrado Casanova salido de los años setenta, y el otro Rajesh Koothrappali, un hábil científico de origen indio incapaz de hablar con las mujeres.
Leonard por su parte es el personaje más socialmente hábil de los cuatro amigos, y quien se enamora perdidamente de Penny, siendo este el eje principal de la serie. Y Sheldon Cooper es un joven físico casi neurótico y psicópata, obsesionado con los razonamientos científicos y empíricos, el orden y la estabilidad.
En definitiva esta es una serie que aconsejo ver y disfrutar, realmente vale la pena.
The Big Bang Theory versa sobre la vida de dos físicos teóricos bastante freaks y cerebritos, tal vez la mejor palabra sería Nerds (un término americano que designa un estereotipo de persona que realiza con pasión actividades intelectuales, que posee conocimientos variados o que disfruta con unas aficiones que socialmente no son asociadas a su edad, en lugar de participar en actividades populares y sociales).
Estos dos nerds, Leonard y Sheldon, viven juntos en un apartamento, imbuidos en su mundo de átomos y neutrones hasta que se muda a la puerte de enfrente una nueva vecina llamada Penny. Desde luego esta guapa chica de Omaha, que ambiciona ser actriz y solo trabaja de camarera, no se caracteriza por poseer un cráneo privilegiado, pero comprende mucho mejor los prototipos sociales.
A estos personajes se les suman los amigos de Leonard y Sheldon, que trabajan con ellos en la Universidad. Uno es Howard Wolowitz, un ingeniero judío, un frustrado Casanova salido de los años setenta, y el otro Rajesh Koothrappali, un hábil científico de origen indio incapaz de hablar con las mujeres.
Leonard por su parte es el personaje más socialmente hábil de los cuatro amigos, y quien se enamora perdidamente de Penny, siendo este el eje principal de la serie. Y Sheldon Cooper es un joven físico casi neurótico y psicópata, obsesionado con los razonamientos científicos y empíricos, el orden y la estabilidad.
En definitiva esta es una serie que aconsejo ver y disfrutar, realmente vale la pena.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Destino: Bruselas
Bonjour! Bueno, ya me encuentro en Bruselas y aquí estaré, si Dios quiere, hasta el próximo 1 de febrero. Serán casi cinco meses muy intensos, interesantes y enriquecedores. Mi principal objetivo va a ser aprender inglés y francés, a la vez que comprobaré como me desenvuelvo en un país extranjero, con una cultura distinta. Lo académico también es importante, pero secundario. Estudio en las Facultés Universitaires Saint Louis, una Universidad con 150 años de historia. Intentaré aprobar todas las materias que tengo, pero si no lo consigo no lo consideraré un fracaso, porque aquí a los Erasmus ya nos han dicho que nos van a tratar como al resto de estudiantes, y no es fácil desenvolverte académicamente en una lengua que no es la tuya.
De momento ayer llegué a Bruselas en un corto vuelo desde Zaragoza que, gracias al cielo, fue muy cómodo. Mi madrina de la Universidad y su madre vinieron a recibirme, todo un detalle por su parte. Luego fuimos a mi residencia, que es un lujo. Se nota que está recién terminada y que la estrenamos nosotros. Me llama la atención todas las medidas de seguridad y las implantaciones tecnológicas. Después fuimos a ver la Grand Place, una maravilla (una de las pocas maravillas que, a mi juicio, tiene Bruselas). Esta es una ciudad en la que me siento cómodo, veremos a ver como transcurren los días. Desearme suerte, ¡un abrazo!
martes, 15 de septiembre de 2009
Camino de Santiago 09
El Camino de Santiago merece mucha más mención, pero como en su momento, por pereza, no escribí, ahora solo haré una breve reseña de como fue.
La verdad es que es una de las mayores aventuras que yo he vivido, y uno de los mayores retos que he superado. Quien hubiera venido habría visto como desfallecía los primeros días, pues llegaba ya con magulladuras, rozaduras y ampollas de intentar (sin exito) domar las botas. El comienzo fue duro, desde Valença do Miño (Portugal). Por delante nos quedaban 120 kilómetros y 5 días para andar.
Pero si bien el inicio fue mortalmente sufrido, llegando a Porriño, la primera posada, quizás una hora más tarde que el resto del grupo, el devenir iba a ser diferente. Conforme pasaban los días, y las horas, me iba notando más fuerte y con más capacidad. Esto surgió también gracias a otros factores. El factor físico es que abandoné las botas y me pasé a las zapatillas. El factor motivacional fue que me prometí a mi mismo no parar, que iba a caminar por alguien a quien quería, para que recibiera los favores que le pedía a Dios, y me prometí así mismo llegar el primero a la plaza del Obradoiro. Todo una quimera utópica por aquel entonces. Y el factor espiritual fue que me deshice de mi plano más humano para minimizar el dolor y convertirlo en sacrificio. Antes era mero vagabundo, caminando sin sentido y sin meta, pero ahora era peregrino.
Y la experiencia cambió. Sin saber bien como me veía a la cabeza de la expedición, con fuerzas renovadas. Y aunque de vez en cuando el dolor y el cansancio volvía a hacer mella en mí y me tentaba a abandonar, yo proseguía el camino. Y así finalmente, tras dormir en Redondela, Pontevedra, Caldas do Reis y Padrón, llegamos triunfales a Santiago y yo estaba cumpliedo mi promesa. Había sido duro, pero había merecido la pena.
Y es que ser peregrino hasta Santiago no es caminar por caminar, lo fascinante es descubrir el sentido que tiene, descubrirte de lo que eres capaz, y esa aventura es una que nadie debe perderse.
La verdad es que es una de las mayores aventuras que yo he vivido, y uno de los mayores retos que he superado. Quien hubiera venido habría visto como desfallecía los primeros días, pues llegaba ya con magulladuras, rozaduras y ampollas de intentar (sin exito) domar las botas. El comienzo fue duro, desde Valença do Miño (Portugal). Por delante nos quedaban 120 kilómetros y 5 días para andar.
Pero si bien el inicio fue mortalmente sufrido, llegando a Porriño, la primera posada, quizás una hora más tarde que el resto del grupo, el devenir iba a ser diferente. Conforme pasaban los días, y las horas, me iba notando más fuerte y con más capacidad. Esto surgió también gracias a otros factores. El factor físico es que abandoné las botas y me pasé a las zapatillas. El factor motivacional fue que me prometí a mi mismo no parar, que iba a caminar por alguien a quien quería, para que recibiera los favores que le pedía a Dios, y me prometí así mismo llegar el primero a la plaza del Obradoiro. Todo una quimera utópica por aquel entonces. Y el factor espiritual fue que me deshice de mi plano más humano para minimizar el dolor y convertirlo en sacrificio. Antes era mero vagabundo, caminando sin sentido y sin meta, pero ahora era peregrino.
Y la experiencia cambió. Sin saber bien como me veía a la cabeza de la expedición, con fuerzas renovadas. Y aunque de vez en cuando el dolor y el cansancio volvía a hacer mella en mí y me tentaba a abandonar, yo proseguía el camino. Y así finalmente, tras dormir en Redondela, Pontevedra, Caldas do Reis y Padrón, llegamos triunfales a Santiago y yo estaba cumpliedo mi promesa. Había sido duro, pero había merecido la pena.
Y es que ser peregrino hasta Santiago no es caminar por caminar, lo fascinante es descubrir el sentido que tiene, descubrirte de lo que eres capaz, y esa aventura es una que nadie debe perderse.
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