La premisa de este trabajo es: seleccionar un logotipo y analizarlo en todos sus aspectos. En nuestro entorno existen más logotipos que buenas personas, lo cual hacía difícil la elección. Sobre todo si, como yo pretendía, se buscaba un logotipo totalmente diferente e innovador en su sector.
Ante esta tesitura llegué a dos sectores que me interesan especialmente: el deporte y la política. En un principio iba a seleccionar algún escudo de algún equipo de fútbol o baloncesto porque en esa área existe un culto al logotipo. Por ejemplo el escudo del Barça es en sí la esencia del club culé, o el escudo de Boston Celtics es un mito dentro de la NBA. A raíz de los escudos surge una gran mercadotecnia y toda una cultura corporativa, unos colores corporativos, etc. Sin embargo me fui al lado oscuro: la política. Conseguir en la política lo mismo que en el deporte, que un número inmenso de seguidores adopten libremente como propio un logotipo (o escudo), que sientan una anexión a una institución y se refleje en el logotipo que optan por mostrar con orgullo… todo esto se ha conseguido hace unos días. Barack Obama ha sido elegido el cuadragésimo cuarto presidente y ha protagonizado la campaña presidencial más seguida de la historia, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Obama ha movilizado a más de cuatro millones de voluntarios, ha conseguido record histórico de recaudación y ha sido el artífice de que cientos de miles de personas salieran a la calle a celebrar su victoria: desde la ciudad de Obama en Japón, a Chicago, su ciudad adoptiva, pasando por Kenia, Italia, España, Gran Bretaña o, en definitiva, todos aquellos lugares en los que hubiera representación estadounidense. La campaña de Obama ha sido la más eficaz de la historia y el logotipo ha jugado un papel fundamental en la misma.
El logotipo de Barack Obama ha sido, sobre todo, original, distinto a todo lo anterior. En Europa no hay una cultura de identificación visual del candidato sino que se acude al logotipo del partido político. Así por ejemplo todos podríamos recordar los logotipos del PSOE, del PP, del PAR, de ERC, de UPyD, etc. Y como en España lo mismo pasa en Francia, Reino Unido, Italia, etc.
Pero antes de pasar al caso de Estados Unidos quiero reseñar un caso excepcional. Nuestro actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, basó su campaña electoral de 2004 en su carisma y su personalidad y para ello presentó un logotipo exclusivo en el que se jugaba con su apellido y con su presidencia: ZP (Zapatero Presidente).
Pero como decíamos este caso es excepcional. No así en Estados Unidos. En América (como refieren ellos su país) existen dos grandes partidos: demócratas y republicanos. Ambos partidos tienen logotipo faunísticos: el burro y el elefante. Pero el sistema electoral y de partido, tan diferente al europeo, permite que cada candidato se presente como él mismo y para ello todos han de recurrir a un logotipo. En general esta simbología es bastante simple ya que suele estar resaltado el nombre del candidato/a, se acompaña de algún elemento gráfico y, en general, está resaltado sobre un fondo a menudo de color azul marino.
En este sentido el símbolo de Obama es totalmente rompedor ya que simplemente es una forma circular que engloba una serie de valores. En ocasiones la campaña de Obama presentaba el logosímbolo entero, es decir las letras de OBAMA (después OBAMA/BIDEN) y el símbolo circular. Pero en la población lo que más caló fue el isotipo.
¿Qué explicación tiene resumir todo un carisma y toda una campaña en una imagen circular? Bueno, aquí yo podría aplicar varias teorías. Para empezar la pieza circular está también referenciada en el sello del Presidente de los Estados Unidos, por lo que psicológicamente puede darle al candidato un aire presidencial. En segundo lugar las líneas rojas y los colores seleccionados se asocian con Estados Unidos, para intentar evitar las criticas a su patriotismo. En tercer lugar el símbolo representa el cambio. ¿Por qué? En inglés para hablar de cambio se habla de que el sol volverá a brillar. Este símbolo encarna eso. Cuando ves un vídeo de la campaña de Obama se ve la formación del isotipo ya que sobre un fondo azul se va levantando un sol blanco radiante que termina parcialmente cubierto por la bandera de los Estados Unidos de América. Muy ingenioso.
El estilo del logosímbolo es informal ya que emplea unas formas originales (más aún en el mundo de la política), y usa colores muy vivos. Lo más formal es la propia palabra de Obama, en un simple Times New Roman redondeado que le da carácter de seriedad y elegancia.
Lo mejor de la campaña visual de Obama ha sido la coherencia que ha tenido a la hora de emplear los distintos elementos, ya sea el logotipo, el símbolo, el propio rostro del candidato (que ha sido muy explotado), los geniales eslóganes: “CHANGE” o “YES, WE CAN”, el empleo de los colores, etc.
No sabría decir que elemento ha sido el más útil o el más explotado pero sin duda el isotipo ha tenido una gran relevancia. Por ejemplo el logosímbolo aparece en la página web de Obama (barackobama.com) muchísimas veces y, uno de los grandes puntos a favor, es que en el apartado de diferentes sectores que apoyan a Obama se sabe jugar muy bien con el símbolo y se personaliza cada sección. Esto le hace darle un carácter general al símbolo pero a su vez muy personal, ya que cada sector podía acogerse al general o al propio. También ha aparecido en chapas, camisetas, muros, grafitis, carteles… Todo un éxito, todo un símbolo, todo un cambio.
Ante esta tesitura llegué a dos sectores que me interesan especialmente: el deporte y la política. En un principio iba a seleccionar algún escudo de algún equipo de fútbol o baloncesto porque en esa área existe un culto al logotipo. Por ejemplo el escudo del Barça es en sí la esencia del club culé, o el escudo de Boston Celtics es un mito dentro de la NBA. A raíz de los escudos surge una gran mercadotecnia y toda una cultura corporativa, unos colores corporativos, etc. Sin embargo me fui al lado oscuro: la política. Conseguir en la política lo mismo que en el deporte, que un número inmenso de seguidores adopten libremente como propio un logotipo (o escudo), que sientan una anexión a una institución y se refleje en el logotipo que optan por mostrar con orgullo… todo esto se ha conseguido hace unos días. Barack Obama ha sido elegido el cuadragésimo cuarto presidente y ha protagonizado la campaña presidencial más seguida de la historia, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Obama ha movilizado a más de cuatro millones de voluntarios, ha conseguido record histórico de recaudación y ha sido el artífice de que cientos de miles de personas salieran a la calle a celebrar su victoria: desde la ciudad de Obama en Japón, a Chicago, su ciudad adoptiva, pasando por Kenia, Italia, España, Gran Bretaña o, en definitiva, todos aquellos lugares en los que hubiera representación estadounidense. La campaña de Obama ha sido la más eficaz de la historia y el logotipo ha jugado un papel fundamental en la misma.
El logotipo de Barack Obama ha sido, sobre todo, original, distinto a todo lo anterior. En Europa no hay una cultura de identificación visual del candidato sino que se acude al logotipo del partido político. Así por ejemplo todos podríamos recordar los logotipos del PSOE, del PP, del PAR, de ERC, de UPyD, etc. Y como en España lo mismo pasa en Francia, Reino Unido, Italia, etc.
Pero antes de pasar al caso de Estados Unidos quiero reseñar un caso excepcional. Nuestro actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, basó su campaña electoral de 2004 en su carisma y su personalidad y para ello presentó un logotipo exclusivo en el que se jugaba con su apellido y con su presidencia: ZP (Zapatero Presidente).
Pero como decíamos este caso es excepcional. No así en Estados Unidos. En América (como refieren ellos su país) existen dos grandes partidos: demócratas y republicanos. Ambos partidos tienen logotipo faunísticos: el burro y el elefante. Pero el sistema electoral y de partido, tan diferente al europeo, permite que cada candidato se presente como él mismo y para ello todos han de recurrir a un logotipo. En general esta simbología es bastante simple ya que suele estar resaltado el nombre del candidato/a, se acompaña de algún elemento gráfico y, en general, está resaltado sobre un fondo a menudo de color azul marino.
En este sentido el símbolo de Obama es totalmente rompedor ya que simplemente es una forma circular que engloba una serie de valores. En ocasiones la campaña de Obama presentaba el logosímbolo entero, es decir las letras de OBAMA (después OBAMA/BIDEN) y el símbolo circular. Pero en la población lo que más caló fue el isotipo.
¿Qué explicación tiene resumir todo un carisma y toda una campaña en una imagen circular? Bueno, aquí yo podría aplicar varias teorías. Para empezar la pieza circular está también referenciada en el sello del Presidente de los Estados Unidos, por lo que psicológicamente puede darle al candidato un aire presidencial. En segundo lugar las líneas rojas y los colores seleccionados se asocian con Estados Unidos, para intentar evitar las criticas a su patriotismo. En tercer lugar el símbolo representa el cambio. ¿Por qué? En inglés para hablar de cambio se habla de que el sol volverá a brillar. Este símbolo encarna eso. Cuando ves un vídeo de la campaña de Obama se ve la formación del isotipo ya que sobre un fondo azul se va levantando un sol blanco radiante que termina parcialmente cubierto por la bandera de los Estados Unidos de América. Muy ingenioso.
El estilo del logosímbolo es informal ya que emplea unas formas originales (más aún en el mundo de la política), y usa colores muy vivos. Lo más formal es la propia palabra de Obama, en un simple Times New Roman redondeado que le da carácter de seriedad y elegancia.
Lo mejor de la campaña visual de Obama ha sido la coherencia que ha tenido a la hora de emplear los distintos elementos, ya sea el logotipo, el símbolo, el propio rostro del candidato (que ha sido muy explotado), los geniales eslóganes: “CHANGE” o “YES, WE CAN”, el empleo de los colores, etc.
No sabría decir que elemento ha sido el más útil o el más explotado pero sin duda el isotipo ha tenido una gran relevancia. Por ejemplo el logosímbolo aparece en la página web de Obama (barackobama.com) muchísimas veces y, uno de los grandes puntos a favor, es que en el apartado de diferentes sectores que apoyan a Obama se sabe jugar muy bien con el símbolo y se personaliza cada sección. Esto le hace darle un carácter general al símbolo pero a su vez muy personal, ya que cada sector podía acogerse al general o al propio. También ha aparecido en chapas, camisetas, muros, grafitis, carteles… Todo un éxito, todo un símbolo, todo un cambio.
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