La SD Huesca... ADELANTE

Gran noticia para la historia de Aragón, para su historia deportiva. Hoy, 55 años después, se repite un hito mucho más meritorio. En un fútbol que ha cambiado mucho respecto al que jugaban los zaraguayos, el ascenso del Huesca a la Liga Adelante (Segunda División) es una hazaña histórica. El año que viene, por primera vez en la historia, Huesca y Zaragoza competirán en la misma categoría. Todo un orgullo como aragonés.

Soy blanquillo de corazón, pero, como aragonés, en él también tienen lugar todos los equipos aragoneses. Y el Huesca tiene, desde hace unos meses, un lugar privilegiado.

El proyecto del Huesca se ha construido sobre el éxito y la premura. Hace sólo 4 años, en 2004, el club conseguía ascender a Segunda B y dos años después mantenía la permanencia agónicamente en una fase de promoción. Fue el último año de sufrimiento para la afición de El Alcoraz. Las dos siguientes temporadas fueron de récord y gloria. En la 2006/2007 el club alcanzaba la cuarta posición y jugaba play-offs de ascenso. Tras eliminar al Palencia, el Huesca se jugó un poco recomendado y prematuro ascenso ante el Córdoba. No pudo ser.

Y esta temporada la gloria fue mayor. Acabó segundo en la fase regular, con los mismos puntos que el primero (La Ponferradina), y jugó muy bien. A mediados de temporada la marcha de Manolo Villanova al Zaragoza confundió al club. La llegada de Onésimo Sánchez al banquillo oscense fue muy cuestionada porque el equipo estuvo 7 partidos sin ganar. Sin embargo al final la temporada se encarriló y afrontaron el ascenso lleno de moral.
El primer rival en estos segundos play-offs fue el Gavà, un recién ascendido. El Huesca se trajo un excelente empate del campo catalán (2-2) y en El Alcoraz se dejó llevar y se conformó con un empate (1-1). El conjunto blaugrana dejó algunas pequeñas dudas pero se solventaron.
Faltaban 180 minutos para alcanzar el sueño de la Liga Adelante (Segunda División). Écija y Huesca se jugarían la gloria o la frustración. Pero el camino no parecía tan difícil cuando, en el primer partido, el Huesca arañaba una gran victoria (2-0) gracias a dos penaltys. La euforia se desató en la ciudad altoaragonesa pero los azules del Écija planeaban una encerrona.
Desde Écija se quiso transmitir miedo a la expedición aragonesa y el partido fue fiel a esa idea. Muchas faltas, muchos gritos e incluso alguna agresión. Pero al final Roberto llevaba la locura a los blaugranas y empataba el partido (1-1). El Huesca era nuevo equipo de la liga de Plata.

La temporada que viene Huesca y Zaragoza estrenan la recientemente nominada Liga Adelante, por el patrocinio de BBVA. Un reto para unos y para otros y un derby que entusiasma en la Comunidad Autónoma.
El Huesca tiene delante un reto complicado, porque la Segunda es muy competitiva. Esta misma temporada han descendido Cádiz y Granada 74, que tenían un proyecto más ambicioso, y han sufrido hasta el final históricos como Xerez, Córdoba, Alavés, Celta o Nástic... El club no debe pensar en metas importantes sino en la salvación como único objetivo. El estadio nuevo y las nuevas infraestructuras son importantes, pero lo primordial es depositar la confianza en un técnico con el que estar a las duras y a las maduras y configurar un equipo luchador y comprometido.
El Zaragoza luchará por otras metas más importantes: el ascenso. Pero el Zaragoza parece que tiene las ideas claras y la llegada de Marcelino me hace confiar mucho en este nuevo proyecto que, incluso en Segunda, se presenta ilusionante.

En definitiva, un orgullo para Aragón que el Huesca suba a Segunda. Para Huesca una oportunidad única de aprovechar un hito histórico. Para el Zaragoza un toque de atención, porque deja de ser el primer equipo de la CCAA.