Ya está aquí. Por fin. Después de tantos años hablando de la Expo ya ha llegado. Y sólo se quedará tres meses.
Primero quiero hablar del soberbio y magnífico acto de inauguración. Varias partes: la firma del libro de visitas, el discurso, el izado de banderas, la inauguración del Rey, la ceremonio más festiva y el emotivo espectáculo de luz y sonido.
La parte de discursos fue algo larga, la verdad, pero sin embargo me engancharon hasta el punto de que me hizo dudar hasta el punto de que hice zapping entre el acto inaugural y el partidazo Holanda-Francia. Sobre todo me apasionaron dos discursos: los de un emocionado y neutro Juan Albert
o Belloch y la de un carismático presidente del Bureau International des Expositions (BIE). Del discurso del alcalde resalto su expresión sentimental y sus agradecimientos a TODOS, bien fueran del PP o del PSOE... y en especial es de agradecer su loa final a la inmortal, heróica y leal villa de Zaragoza y a sus habitantes.
Después más protocolo y para acabar una ceremonia amaestrada por una esforzada Belén Rueda. Bailes, coreografías, himnos y jotas hicieron las delicias de los presentes y de quienes lo vimos desde nuestras casas (siempre por Aragón TV).
Y luego la espectacularidad de los fuegos artificiales. Quise vaguear y verlo desde la ventana de casa pero una parte me la tapaban algunos edificios. Así que lo hice a medias, viendo el espectáculo en Aragón TV pero al lado de la ventana, para asomarme de vez en cuando y sentir los estallidos de luz. Fue espectacular, y en la traca final el cielo de Zaragoza, al menos el de mi barrio (La Almozara), se iluminó , engañándonos y pareciendo que la noche acababa de dar paso al día.
Esta mañana lo primero que he hecho después de levantarme ha sido... bueno ha sido ducharme, vestirme y desayunar... pero lo cuarto que he hecho ha sido salir a la calle a fotografiar la zona Expo desde fuera y, sobr
e todo, conocer el lugar en primera persona. Y de nuevo me he quedado maravillado.
Primero quiero hablar del soberbio y magnífico acto de inauguración. Varias partes: la firma del libro de visitas, el discurso, el izado de banderas, la inauguración del Rey, la ceremonio más festiva y el emotivo espectáculo de luz y sonido.
La parte de discursos fue algo larga, la verdad, pero sin embargo me engancharon hasta el punto de que me hizo dudar hasta el punto de que hice zapping entre el acto inaugural y el partidazo Holanda-Francia. Sobre todo me apasionaron dos discursos: los de un emocionado y neutro Juan Albert
o Belloch y la de un carismático presidente del Bureau International des Expositions (BIE). Del discurso del alcalde resalto su expresión sentimental y sus agradecimientos a TODOS, bien fueran del PP o del PSOE... y en especial es de agradecer su loa final a la inmortal, heróica y leal villa de Zaragoza y a sus habitantes.Después más protocolo y para acabar una ceremonia amaestrada por una esforzada Belén Rueda. Bailes, coreografías, himnos y jotas hicieron las delicias de los presentes y de quienes lo vimos desde nuestras casas (siempre por Aragón TV).
Y luego la espectacularidad de los fuegos artificiales. Quise vaguear y verlo desde la ventana de casa pero una parte me la tapaban algunos edificios. Así que lo hice a medias, viendo el espectáculo en Aragón TV pero al lado de la ventana, para asomarme de vez en cuando y sentir los estallidos de luz. Fue espectacular, y en la traca final el cielo de Zaragoza, al menos el de mi barrio (La Almozara), se iluminó , engañándonos y pareciendo que la noche acababa de dar paso al día.
Esta mañana lo primero que he hecho después de levantarme ha sido... bueno ha sido ducharme, vestirme y desayunar... pero lo cuarto que he hecho ha sido salir a la calle a fotografiar la zona Expo desde fuera y, sobr
e todo, conocer el lugar en primera persona. Y de nuevo me he quedado maravillado.Como un chiquillo me he puesto a jugar con el agua que cae en cortinas en un punto de información a las afueras de la Expo en la entrada por el Pabellón Puente. Y he seguido mi peregrinación por todo el perímetro de la Exposición Internacional visitando las tres entradas, el parque metropolitano (under construction), la salida de los teleféricos, etc. Por cierto, también me he encontrado al presidente de México, Felipe Calderón.
Una nueva Zaragoza
Ayer el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, resaltó tres fechas que han cambiado el devenir de nuestra ciudad: 1808 con la defensa de la ciudad fr
ente a los Sitios franceses, 1908 con la exposición hispano-francesa, y 2008 con la Expo de Zaragoza.
Y con sinceridad tiene razón si se hacen bien las cosas. La ciudad ha crecido en ilusión con la Expo, pero la posExpo es también ilusionante. Varios edificios vanguardistas quedarán en la ciudad cuando este evento pase. Como decía ayer Juan Alberto Belloch las historias de amor son bonitas y complicadas pero hay que cuidarlas para mantenerlas. Ahora ha nacido una nueva Zaragoza, una Zaragoza moderna, con nuevas infraestructuras, con nuevos atractivos turísticos, con nuevas posibilidades y con una gran proyección nacional e internacional.
PD: Todas las fotos que podéis ver las he estado haciendo hasta hace solo unos minutos.
Una nueva Zaragoza
Ayer el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, resaltó tres fechas que han cambiado el devenir de nuestra ciudad: 1808 con la defensa de la ciudad fr
ente a los Sitios franceses, 1908 con la exposición hispano-francesa, y 2008 con la Expo de Zaragoza.Y con sinceridad tiene razón si se hacen bien las cosas. La ciudad ha crecido en ilusión con la Expo, pero la posExpo es también ilusionante. Varios edificios vanguardistas quedarán en la ciudad cuando este evento pase. Como decía ayer Juan Alberto Belloch las historias de amor son bonitas y complicadas pero hay que cuidarlas para mantenerlas. Ahora ha nacido una nueva Zaragoza, una Zaragoza moderna, con nuevas infraestructuras, con nuevos atractivos turísticos, con nuevas posibilidades y con una gran proyección nacional e internacional.
PD: Todas las fotos que podéis ver las he estado haciendo hasta hace solo unos minutos.
Tienes toda la razón del mundo. Son días para descubrir, o incluso redescubrir rincones de nuestra ciudad. Una ciudad que por suerte ha cambiado, y que gracias a la Expo, ya nunca más serà la misma. Un saludo.
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