"Adios a los que se quedan...". Así empieza la famosa Albada de José Antonio Labordeta, el abuelo de rudos modales, gentiles actos, sabias palabras y profunda cabeza. El que cantó por la democracia y dignificó su tierra, el enamorado de Aragón y el que soñaba por la libertad de su pueblo.
Hoy, 19 de septiembre de 2010, la voz rebelde de Aragón se ha apagado tras una larga enfermedad. Y cuando me he enterado de la noticia, nada más levantarme de la cama, una estrofa suya me ha venido a la cabeza, del famoso Canto a la Libertad: "Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra, que ponga libertad [...] También será posible que esa hermosa mañana ni tu ni yo ni el otro la lleguemos a ver, pero habrá que empujarla para que pueda ser." Y en un primer momento pensé que, tristemente, Labordeta no ha conseguido ver esa tierra de libertad. Pero acto seguido he reflexionado más seriamente, y en España él ha sido parte activa de la transición, de la dictadura a la libertad democrática. Pero además también ha sido la voz que reivindicaba por Aragón, y nos ha dado dignidad, orgullo y un referente para la historia. Hoy Aragón es mucho más fuerte y bello que hace algunas décadas, y hoy ha hecho de Aragón el centro del panorama nacional e internacional, porque su muerte ha ocupado todos los periódicos, telediarios, etc., y las secciones de deportes seguían luego hablando de Aragón por el Gran Premio de Motoclicismo de Alcañiz.
A nivel personal lo he sentido enormemente.Siempre que he estado exiliado por Bélgica, Estados Unidos o donde quiera que fuese, me escuchaba la colección de canciones de Labordeta para sentirme más cerca de casa y más orgulloso de mi pueblo. Ahora su voz resonará en el tiempo como un eco de dignidad. Y tal vez fuera de esta tierra será recordado principalmente por sus rudos modales, su famoso "a la mierda" dedicado al Partido Popular u otras salidas de tono. Pero en Aragón es el abuelo, aquel que levantó a esta nación, aquel que nos emocionó con su pregón de las fiestas del Pilar hace apenas unos meses, aquel que trasmitía la esencia de este pueblo humilde y obrero. Labordeta es nuestro trobador contemporáneo, y sus canciones resonarán en el futuro con la misma epopeya que los versos del Cid.
Yo no puedo decir que conocía personalmente a Labordeta, pero si he tenido oportunidad de hablar con él brevemente alguna que otra vez. Me lo he encontrado varias veces por el Paseo de la Independencia y alrededores, prueba de ello esta foto que me tomé con él hace unos 5 años. Y también he asistado a algunos de sus conciertos. Pero al verdadero Labordeta lo descubrí en Bruselas, cuando leí sus poemas, escuché su historia y me empapé en sus canciones con sincero sentimiento. Entonces alcanzó para mi otro grado, el de abuelo ilustre de Aragón. Y estudiando a Labordeta la verdad es que me siento muy identificado con su discurso político personal.
A un amigo, muy aragonesista, le preguntaba ¿quién va a gritar ahora por Aragón? ¿quién va a sacar la vena castiza aragonesa para reclamar y reivindicar sin perder el carisma? ¿quién? . Labordeta amaba a esta tierra, olvidada y maltratada. Aragón, ¿quién va a clamar por tí ahora?
Tenemos que luchar por honrar a Labordeta de la mejor manera, luchando desde la sinceridad y la humildad por Aragón. La clave, no olvidar las raíces y no perder el horizonte. Hemos de ser capaces de atraer a los miles y miles de aragonesista que existen en esta tierra, levantarlos de verdad y decirles "Se nos apagó la voz universal de José Antonio, pero juntos gritamos igual, y juntos haremos de Aragón la nación que él siempre soñó, la nación que todos anhelamos. Y no importa si al final esa tierra de libertad no la llegamos a ver, pero como dijo el Maestro, habrá que empujarla para que pueda ser".
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