El sábado estuve en La Romareda vendiendo almohadillas, como en los últimos tres partidos. Trabajo prácticamente gratis, pero me dejan a cambio ver el partido de mi Real Zaragoza y eso a veces es impagable. Sobre todo es impagable poder haber disfrutado in situ de la fiesta del ascenso. El partido ante el Córdoba fue un espectáculo en el terreno de juego (3-1 pero que pudieron ser muchos más para el Zaragoza, el gol del Córdoba solo fue al final así que no hubo tensión) y sobre todo en las gradas. La Romareda cantaba al unísono el "Volveremos a Primera, volveremos otra vez", el "Zapater, te quiero", el propio himno, etc. y todo eso mientras una ola recorría el estadio vuelta tras vuelta.
Tuve que ver el partido de pie y solo, sin ningún conocido, pero a cada gol del Zaragoza daba las gracias al cielo y me saltaban las lágrimas de emoción. Y después estalló la alegría. La celebración en el cesped quedó algo improvisada pero que se valoró igual. Los jugadores botaron y cantaron, entregaban camisetas, salían con pelucas y hasta con cachirulos. Y la afición sentía un orgasmo futbolístico, porque la comunión con el equipo era total.
Y poco a poco las gradas se fueron vaciando y yo me quedé junto a otros compañeros a recoger las almohadillas. Y La Romareda se llegó a quedar casi vacía, pero yo ya veía mentalmente en ese terreno a los grandes de la Liga y a las viejas glorias del Zaragoza que hicieron de nuestro club uno grandiosamente histórico.
Al acabar y brindar con champán fui a recibir a los jugadores a la salida, de donde cogían un autobús a Plaza España. La celebración quedó muy pomposa y ostentosa, cierto. Algunos dicen que el Zaragoza, por historia, no debería haber celebrado con tanta ansia el ascenso. Pero es que el descenso fue un palo tan grande, pero es que este año en Segunda ha sido un sufrimiento tan grande, que no cabía mayor alegría. No es un título, pero estar en Primera te abre las puertas a ellos. Estar en la mejor liga del mundo supone muchas cosas, y sobre todo económicamente permite la subsistencia del club.
Somos un club que históricamente ha salido a la calle por ganar títulos, pero no está de más tener una excusa para celebrar después de tanto llanto.
Acompaño a este post, que he tardado unos días en escribir, unos vídeos que reflejan la grandeza de este club y el sentimiento zaragocista. Que lo disfruten y, nos vemos en Primera SIEMPRE.
Tuve que ver el partido de pie y solo, sin ningún conocido, pero a cada gol del Zaragoza daba las gracias al cielo y me saltaban las lágrimas de emoción. Y después estalló la alegría. La celebración en el cesped quedó algo improvisada pero que se valoró igual. Los jugadores botaron y cantaron, entregaban camisetas, salían con pelucas y hasta con cachirulos. Y la afición sentía un orgasmo futbolístico, porque la comunión con el equipo era total.
Y poco a poco las gradas se fueron vaciando y yo me quedé junto a otros compañeros a recoger las almohadillas. Y La Romareda se llegó a quedar casi vacía, pero yo ya veía mentalmente en ese terreno a los grandes de la Liga y a las viejas glorias del Zaragoza que hicieron de nuestro club uno grandiosamente histórico.
Al acabar y brindar con champán fui a recibir a los jugadores a la salida, de donde cogían un autobús a Plaza España. La celebración quedó muy pomposa y ostentosa, cierto. Algunos dicen que el Zaragoza, por historia, no debería haber celebrado con tanta ansia el ascenso. Pero es que el descenso fue un palo tan grande, pero es que este año en Segunda ha sido un sufrimiento tan grande, que no cabía mayor alegría. No es un título, pero estar en Primera te abre las puertas a ellos. Estar en la mejor liga del mundo supone muchas cosas, y sobre todo económicamente permite la subsistencia del club.
Somos un club que históricamente ha salido a la calle por ganar títulos, pero no está de más tener una excusa para celebrar después de tanto llanto.
Acompaño a este post, que he tardado unos días en escribir, unos vídeos que reflejan la grandeza de este club y el sentimiento zaragocista. Que lo disfruten y, nos vemos en Primera SIEMPRE.
Hola, por algún casual no sabrás cuanto se gana vendiendo almohadillas? Es que me han llamado de una ett para ver si estaba interesado en ir ahí los días de partido.
ResponderEliminarSaludos.
Joder, jaja, venía a preguntar lo mismo que el anterior comentario. Quiero saber cuánto se cobra por partido o mes.
ResponderEliminar1saludo!
Perdón por la demora en contestar, tenía el blog bastante olvidado. Pues la verdad es que no se cobra apenas nada, 10 euros por partidos pero eso sí, te dejan verlo gratis. Hay que estar 1 hora y media antes y salir pues más o menos una hora más tarde.
ResponderEliminarGracias por comentar, un abrazo.