La alegría de ser creyente

Hoy voy a nadar contracorriente y os voy a hablar de religión. Se que muchos ignoráis a Dios y otros incluso lo despreciáis, pero yo os voy a hablar de la alegría de ser creyente.

Estos últimos cinco días he estado, como tantos otros años, de Pascua. Este 2008 ha sido en Siete Aguas, Valencia. Ahí he percibido con mucha fuerza el amor de Dios. La Pasión de Cristo la he vivido como mi propia Pasión y ha sido una experiencia brutal. Cuánto amor en un sólo hombre, en un sólo Dios.

Durante esta semana he descubierto un mundo nuevo en mi corazón y el optimismo y la ilusión con la que salgo de la Pascua es enorme. También he caído en la cuenta de que los jóvenes somos la nueva Jerusalén y por ello voy a empezar a trabajar para que los jóvenes se atrevan a tomar responsabilidades con Dios porque de nuestro presente depende el futuro de la Iglesia y, especialmente el de mi fraternidad, el Verbum Dei.

El Verbum Dei es una Fraternidad Misionera que consta de tres ramas: una de misioneros, otra de misioneras y otra de matrimonios. Fue fundada por el Padre Jaime Bonet hace más de 50 años y ahora ya está presente en medio mundo. Jaime todavía vive, pero está muriendo poco a poco, no físicamente sino mentalmente. EL alzheimer es una forma cruel de morir. Morir sin saber qué ha sido de tu vida, morir sin saber a quien amaste... El Verbum Dei ha supuesto para mí el mayor descubrimiento en mi vida porque me ha enseñado a Cristo desde su alegre carisma. Por eso le debo tanto al P. Jaime Bonet...

Os animo a todos a que hagáis por descubrir a Cristo, a que escuchéis y, si os apetece, a acudir a alguna de nuestras convivencias. En ellas se respira paz, felicidad, alegría, simpatía, igualdad, esperanza... Es la mejor experiencia que un hombre puede sentir.