miércoles, 17 de septiembre de 2008

TRISTE ADIOS A LA EXPO

Hoy estoy bastante más triste que ayer porque la realidad se hace más evidente. Se nos acabó la mayor fiesta del agua en la Tierra, se nos acabó la Expo. Han sido 93 días mágicos, 93 días de encuentros fantásticos con compañeros voluntarios, con vecinos de Zaragoza ilusionados con su nueva ciudad, con compatriotas con una mezcla de asombro e indignación (aiss, las colas), con visitantes y trabajadores extranjeros que han aportado riqueza cultural a una nueva Babel. 93 días que se añaden a los 4 años de fascinación previa, desde la asignación de Zaragoza como sede para esta Exposición Internacional. Una Expo que ha convertido a Zaragoza en una ciudad moderna, europea, cosmopolita y sobre todo una Expo que ha inundado de orgullo los corazones de los habitantes de esta hermosa ciudad.

La mayor experiencia que guardo de la Expo han sido las dos semanas en las que he trabajado de voluntario. Voluntario de Protocolo en la sección de Días Nacionales. Realmente este puesto era un privilegio. A parte de que he aprendido muchísimo del ordenado arte del Protocolo en un gran evento, he disfrutado de exclusivos espectáculos, he conocido a importantes autoridades del mundo político o empresarial y, sobre todo, he tenido la suerte de trabajar mano a mano con otros compañeros voluntarios (sobre todo compañeras) excepcionales.

Como voluntarios de Protocolo en Días Nacionales éramos los encargados de recibir a las autoridades haciendo un pasillo (el verdadero encargado de recibirlos era el Comisario de la Expo Emilio Fernández Castaños), los responsables de portar la bandera del país homenajeado, pero sobre todo nuestra labor era la de acompañamiento de las autoridades dentro del recinto hasta los distintos pabellones evitando que los visitantes entraran dentro del cordón de seguridad e informándoles, si preguntaban, de los motivos por los que cortábamos por unos segundos la circulación o haciéndoles saber qué autoridades estaban pasando.
También teníamos el privilegio de presenciar los espectáculos propios de cada país en el Palacio de Congresos (exclusivo para los VIPS) e incluso recibir algunos presentes.

Los días que estuve tuvieron Día Nacional importantes países como Italia, Etiopía, Uganda, Camerún, Costa Rica, El Salvador, Guatemala u Honduras, de instituciones supranacionales como Unión Europea (UE) o Bureau International des Expositions (BIE) o, y el que más ilusión me hizo, el Día de Honor de la Ciudad de Zaragoza.

Asimismo pude conocer a autoridades de diversas regiones. Por ejemplo por el Ayuntamiento de Zaragoza traté a Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza (una agradable sorpresa, fue de los que mejor trató a los voluntarios), y muchos concejales del municipio. Por la DGA estuve con Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, y muchos consejeros como Boné, Larraz, Noeno, etc. También con representantes políticos de todos los partidos como Gaspar, de la CHA, Manu Blasco, del PAR, Domingo Buesa, del PP, José Manuel Alonso, de IU, etc.
También conocí, entre otros, al presidente de Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, al presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, al alcalde de Huesca, Fernando Elboj, al expresidente del Real Zaragoza Alfonso Solans, al presidente de Expoagua, Roque Gistau, o al Comisario de la Muestra, Emilio Fernández Castaños (muy amable y trabajador).
Por supuesto a autoridades (sobre todo ministros y embajadores) de los países o instituciones antes nombrados. También a los alcaldes y representantes de la ciudad china de Shanghai, de la ciudad coreana de Yeosu y de la italiana Milán.
Y como postre también conocí a miembros de la Familia Real. Aunque a los Principes y al Rey sólo los vi de lejos, sí que estuve a un paso de la Reina Sofía.

Pero las personas que más me alegro de haber conocido han sido mis compañeros voluntarios. Ellos son quienes realmente se merecen un pasillo de honor por haber amado tanto a esta ciudad como para trabajar altruistamente por ella. Muchos de ellos han estado mucho más que yo, algunos incluso los 93 días de Expo. Entre mis compañer@s estaban María Eugenia, Sara, Noelia, Manoli, Pino, Conchi, Mireya, Asunción, Anne, Dominiq y Mónica. Como coordinadores he estado con Pilar, Isabel y Ricardo. A algunos compañeros quiero aplaudirlos especialmente porque no son vecinos de Zaragoza. Por ejemplo Asunción es catalana, de Girona. Isabel es riojana. Dominiq y Anne son alemanes. Ricardo es de Perú y Mireya es de Chile. A todos ellos, un 10.
Ójala el movimiento voluntario en Zaragoza se mantenga, porque creo que somos el mayor patrimonio de la ciudad.

P.D.: Mi mayor afición en esta Expo ha sido la colección de pines. Desde aquí también un saludo muy fuerte a los sevillanos que he conocido, quienes son coleccionistas oficiales de pines, que tienen miles y miles de ellos, y que han visitado todas las expos desde la de Sevilla '92. hasta Zaragoza '08, pasando por Lisboa, Hannover o Aiichi entre otras.

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